Desde hace algunos años leo asiduamente "Emanaciones", el sitio donde Juan Abreu "descarga" simpáticas e irreverentes notas que dan a mi vida el placer de saber que alguien piensa y habla como me gustaría hacerlo a mi.
Juan es un tipo con mucha suerte, fue amigo de Reinaldo Arenas y de Mario Chanes de Armas. A propósito de Mandela ha dicho mejor que nadie una gran verdad. Gracias Juan!
Mario Chanes de Armas
estuvo preso treinta años en las cárceles de los Castro. En jaulas, en
gavetas, en agujeros, golpeado y torturado y esclavizado, quiero decir
condenado a trabajo forzado como un esclavo. Treinta años. Más tiempo
que Mandela.
Treinta años. En condiciones mucho peores que las que padeció Mandela.
Treinta años. Y siempre digno, y siempre honrado, y siempre firme y
generoso y valiente en medio de aquel infierno. Abundan los testimonios.
Tuve el honor de conocer a Mario Chanes. Un hombre sorprendente,
dulce, amigo del perdón y amigo de la reconciliación. Como Mandela. Un
hombre que combatió la dictadura de Batista y la dictadura de Castro. Un
hombre que no apoyó ni fue amigo de ningún dictador.
Mario Chanes ya estaba en la cárcel cuando nació su único hijo, y
seguía en la cárcel cuando su hijo murió a los 22 años. En la cárcel
también supo de la muerte de sus padres y de su hermano. No llegó a
conocer a su hijo. Castro, el amigo de Mandela, negó siempre el permiso
para que se conocieran.
Hablo de Mario Chanes de Armas porque ha muerto Mandela y están en
lo de honrarlo. Y como todos hablan de lo grande que fue Mandela me
parece necesario hoy decir aquí que sí, que seguramente es verdad que
Mandela fue un hombre grande. A pesar de su amistad con Castro. A pesar
de su silencio cómplice y miserable respecto a las víctimas de su amigo
Castro.
Un hombre grande, Mandela, sí. Pero un hombre grande que no le
llegaba ni a la suela de los zapatos a un hombre como Mario Chanes de
Armas.
http://www.emanaciones.com/1611
martes, 10 de diciembre de 2013
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