viernes, 7 de marzo de 2008

La Guaguas en Canadá


Me han contado que las guaguas mejoraron en La Habana y que inclusive "La Confronta" está de vuelta. Una de las bondades que ofrece el servicio público habanero es aire acondicionado y música con mensajes educativos ¡falta que hacen!

En los lugares que he vivido el transporte público tiene un servicio aceptablemente bueno de acuerdo a los estándares de vida que manejamos por acá. No me quejo pero pudiera ser mejor… ¡a lo bueno uno se acostumbra pronto!

Por descontado está que en invierno los ómnibus tienen calefacción y en verano aire acondicionado… bueno ¡sí! - de acuerdo - solo unos pocos días que hace un calor húmedo de los mil diablos encienden el aire acondicionado, eso en Mississauga y Toronto porque en Calgary nunca tenemos tanto calor.

En Ontario cada “shelter” (esa es la casetica de la guagua) tiene la información que necesita un pasajero pegada en carteles: las rutas, los horarios, el número de esa parada y un mapa de toda la ciudad con los recorridos. En Calgary las paradas solo tienen el número de las rutas y el de la parada. A través de Internet o de una línea de información telefónica automatizada puedes enterarte del horario de las guaguas.

Si sabes la ruta en que quieres viajar y el número de la parada donde estás el sistema te dice cuando pasará la próxima guagua o las horas en que llegará la guagua de esa ruta durante un período de tiempo. Ese cronograma se cumple con exactitud, si la guagua se atrasa un par de minutos la gente se mira extrañada, 5 minutos o más son motivo de queja a menos que esté nevando o cayendo otra cosa fría del cielo lo que sucede con cierta frecuencia (me refiero a las cosas frías que caen del cielo no al atraso de las guaguas).

Podemos decir sin exagerar que ese sistema es vital. Imaginen que se te fue la guagua y la otra viene en 20 minutos pero tienes una temperatura de menos veinte grados y vientos de 40 kilómetros por hora… Expuesto a los “elementos” unos pocos minutos te pone en un riesgo inminente de enfermarte o morir. En Calgary este año “disfrutamos” dos semanas de menos treinta y cinco grados centígrados que se sentían como menos cincuenta; ¿se imaginan? En esos casos una buena idea es buscar abrigo en algún negocio cercano en vez de esperar en la parada.

Se paga una vez y es posible pedir una transferencia que te permite subirte a otras guaguas hasta que llegues donde vas. En Calgary la validez de la transferencia es de 90 minutos, en Mississauga dos horas. Cuando tienes poco dinero (¡ese soy yo!) planeas bien tu viaje y con un solo ticket haces tu viaje de ida y vuelta.

El precio anda alrededor de los dos dólares, en estos momentos pago $2.25 dólares por cada viaje en guagua, traducido al cubano moderno me muevo en un M-55. Me contaron que a los “boteros” de los almendrones que cobran 10 pesos les dicen M-10 ¡el lenguaje evoluciona!

Cada ómnibus es bajito, pegado al piso, no tienen escaleras como sucedía en La Habana tiempos atrás, no conozco las guaguas nuevas chinas. La puerta delantera tiene un mecanismo que le permite bajar mucho más para que los niños pequeños o los viejitos encuentren al mismo nivel de la acera el piso de la guagua, es decir, las guaguas se “agachan”. Cuando el chofer para activa el mecanismo para bajar la guagua, luego lo sube y ¡listo!, también una rampa brinda acceso a las personas en sillas de ruedas, tiene un mecanismo que permite extenderla hasta la acera y una vez que el pasajero en silla de ruedas subió se recoge para continuar viaje. En Calgary algunas rutas llevan en la parte delantera una parrilla que permite transportar hasta 3 bicicletas; hay quienes hacen el recorrido “mitad y mitad” si van muy lejos; no es vagancia, con este clima hasta hacer ejercicios puede ser peligroso, ya saben, los “elementos”.

Cada conductor tiene comunicación por radio con un despachador central para recibir ayudan o coordinar el viaje en caso necesario. Si por casualidad cierran alguna de las calles incluidas en el recorrido de la ruta debido a algún accidente de tránsito o por inclemencias del tiempo enseguida les avisan a los conductores y estos a su vez le comunican a los pasajeros. En el año 2003 en Ontario cuando el apagón gigante enseguida la conductora les dijo a todos los pasajeros de la "cagástrofe", esa vez estuve un día y medio sin luz.

En la guagua no se puede hacer ruidos, conversar en voz alta, comer, tomar líquidos u otra actividad que perturbe la calma de los pasajeros y mucho menos llevar una grabadora a todo volumen. En la entrada, a la izquierda, sobre el guardafango hay una o dos cajitas con periódicos gratis como “Metro” y “24 Horas” o algunos ejemplares del “Toronto Star” o el “Calgary Herald” que no son gratis pero están ahí por "cortesía" de "Calgary Transit". Esos solo están disponibles temprano en la mañana aunque hay gentes como yo que luego de leer el periódico lo dejo en el asiento para que otro pueda leerlo.

Algunos pasajeros se entretienen leyendo libros de la biblioteca de la ciudad - ese tema merece comentario aparte- o sus propios libros, periódicos. Algunos de dedicana jugar con los celulares y blackberries, otros se entretienen cambiando las canciones en los ipods o conversando en voz baja con algún conocido por celular. En las mañanas los vecinos comentamos del clima, del precio de la gasolina mientras esperamos la guagua o durante el viaje, al regresar en la tarde no coincidimos y se socializa menos.

¿Qué les parece? Espero sus comentarios.

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