lunes, 26 de enero de 2009

La Tristeza En El Pecho



Hoy he leído una noticia terrible. Una familia viajó hasta la estación del metro para acompañar a la Mamá que iba hacia el trabajo. Los padres no creyeron conveniente dejar a sus hijos solos, todos menores de 10 años. Un conductor manejando a exceso de velocidad impactó la mini-van donde el padre y los niños regresaban a la casa matando a todos los niños instantáneamente. En el accidente el padre solo se fracturó un brazo.

De todas las tristezas creo que es esa la peor. La ley natural de la vida nos lleva a presumir que los hijos han de enterrar a sus padres. Cuando nuestros hijos enferman nos preocupamos más por ellos que por nuestra propia salud. Un amigo que murió asesinado en Colombia solía decirme que los que tenemos hijos somos “inmortales”.

Igual me siento cuando recuerdo los miles de balseros que perdieron sus vidas escapando del “Paraíso Socialista” de Fidel Castro, los fusilados en el paredón, los que lucharon contra el dictador en los primeros años de la dictadura y otros tantos que murieron absurdamente en Angola y otras “guerras solidarias” en todo el mundo.

Quizás no es tan triste ni tan malo morirse. A lo mejor viajamos dulcemente a “otra dimensión”, al paraíso o a un nuevo mundo sin pecados ni maldad. Posiblemente la tierra sea el “purgatorio” aunque a ratos se parece más al infierno.

1 comentario:

NG la Banda dijo...

Lo mas jodido es que el asesino que hizo esto tenia un monton pila burujon puñado de tickets por exceso de velocidad y hast un DUI...y seguia manejando! Una mierda la vida...