viernes, 29 de octubre de 2010

La Guerra del Fin Del Mundo


Tomás Gutiérrez Alea, alias “Titón” usaba una computadora Apple que un par de veces arreglé. Recomendado por él tuve por clientes un grupo de artistas relacionados con el cine, mundo pequeño y curioso como verán.

La Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños se encuentra a 40 Kilómetros la Ciudad de La Habana, Cuba. Fundada el 15 de diciembre de 1986 tuvo como su segundo director al cineasta brasilero Orlando Senna (1991-1994).

La ópera del Malandro es un película Brasilera de 1986 escrita por Chico Buarque, Orlando Senna y Ruy Guerra quién también la dirigió.

Mario Vargas Llosa dedicó su libro “La Guerra del Fin del Mundo” a los escritores brasileros Nélida Piñón y Euclides da Cunha. Este último fue quién primero narró las expediciones militares del gobierno brasilero contra los rebeldes de la villa de “Canudos” conocida como la “Guerra de Canudos”, tema central de la obra de Vargas Llosa. El escritor admite que debe mucho a “da Cunha” por su libro.

No todos lo creen así.

Un buen día me llamaron a casa del director de la Escuela Internacional de Cine para arreglar las computadoras. Orlando Senna y Ruy Guerra conversaban animadamente mientras hacía mi trabajo. La casa es bella, tiene playa particular, el clima delicioso, las cervezas frías en fin todo marchaba bien hasta que hube terminado y mientras esperaba por las pruebas de mis clientes fui preguntado acerca de mis gustos literarios y qué libro estaba leyendo.

Mi respuesta entusiasmada fue:

- “La Guerra del Fin del Mundo” de Mario Vargas Llosa, es una historia fascinante sobre Brasil – añadí…

…Silencio total...

Ruy Guerra y Orlando Senna dejaron escapar algunas decenas de improperios que no pude descifrar con mi pobre conocimiento del portugués. La esposa de Orlando, “Conceição” me contó que antes del libro la idea original era filmar una película dirigida por Ruy Guerra en la que todos ellos iban a participar. Luego de trabajar 4 años en la investigación, el guión y adelantar el proyecto hasta tener la pre-producción la Paramount de Paris decidió no hacer la película.

Especialmente para Ruy Guerra la cancelación de la película fue una desgracia de proporciones catastróficas. Creía él que Vargas Llosa era responsable por el fracaso del proyecto y que además había robado descaradamente el trabajo de todos al publicar su libro.

Cobré mis ilegales dólares y feliz me fui en mi bicicleta.

Ya había leído “Conversación en la Catedral”; “La Ciudad y los Perros”; “La Tía Julia y el Escribidor” y “Pantaleón y las Visitadoras”. Sabía cómo Vargas Llosa había roto su relación con el régimen y su enfrentamiento con “El Supremo” dictador de Cuba.

No conozco al “escribidor” Vargas Llosa para poder emitir un juicio respecto a su honestidad. Es talentoso y brillante amén de que no se dejó engañar por “quién tu sabes”. Por esa razón lo admiro más. Me gustaría conversar con él para saber su opinión al respecto, ojala pudiera hacerlo.

Eso sí, busquen el libro “La Guerra del Fin del Mundo” y comprobarán que desde 1981 Mario Vargas Llosa merece el premio Nobel de la Literatura.

martes, 26 de octubre de 2010

De Alcaldes y Mayorales


En ingles se le dice al alcalde “Mayor”. En época de elecciones se dice que los contrincantes están luchando por la posición de "Mayoral".

En Miami todos mis amigos están locos por deshacerse del Alcalde Carlos Álvarez. Su disgusto se debe al mal manejo de los dineros públicos durante su administración y el deterioro de la calidad de vida en la ciudad. El empresario Norman Braman dio a conocer hace unos días que ya tiene recolectadas 90,000 firmas de votantes para revocar el mandato de Carlos Álvarez.

En Mississauga, Ontario, Canadá sucede exactamente lo contrario. En Mayo del 2009 escribí este artículo sobre Hazel McCallion creyendo que no iba a tener que decir de ella nada más.

http://juancamarino.blogspot.com/2009/05/mississauga.html

Hoy, nuevamente tengo que escribir sobre ella.

Hazel el “huracán” McCallion tiene 89 años y ha ganado por duodécima vez la alcaldía de una de las ciudades más grandes e importantes de todo Canadá, Mississauga. Fue electa por vez primera en 1978 y en las dos últimas elecciones antes de esta el 92 por ciento de los electores votaron por ella.

En los últimos años fue acusada de conflicto de intereses y según algunos expertos ha perdido seguidores… ¡Solo el 76 por ciento de los electores la eligieron esta vez! Se dice que quiso evitar que algunos miembros del gobierno de la ciudad fueran reelegidos pero no pudo lograrlo… ¡Su poder no es absoluto! Y eso está muy bien.

Hazel ha dicho que estaba tan poco preocupada por esas acusaciones que no hizo ni pancartas o vallas para ser reelegida. En otras palabras, en Mississauga la gente vota por alguien que no se anuncia. Ella nunca prepara una “campaña electoral”, al preguntársele explica que su éxito se debe a que “trabaja duro”.

Cuando era alcalde principiante Mississauga sufrió el peor desastre de su historia. Un tren cargado de materiales químicos se descarriló y estalló en llamas lo que hizo que 240 mil personas fueran evacuadas de sus hogares en Noviembre de 1979. Hazel con un tobillo dislocado siguió trabajando hasta que el desastre fue superado.

Mississauga es una ciudad que no tiene deudas. Algunas personas que nacieron y han vivido en Mississauga toda su vida confiesan que el único alcalde que han conocido ha sido Hazel y no entienden cómo otras ciudades no funcionan tan bien.

Un sábado por la mañana en invierno vi bajarse sola de un carro en el parqueadero del Mall "Square One" a una ancianita que todo el mundo comenzó a saludar. Yo no sabía quién era pero mi hija sí, cuando su mirada se encontró con la de la niña, Paula articuló un tímido:

-Hi Hazel!

Y ella le respondió:

-Hi sweetie!

Hazel no acepta donaciones de políticos, a cambio pide que todas las donaciones sean a las instituciones que ayudan a los menos afortunados.

Hazel nació en Puerto Daniel, Québec en 1921. Su padre era el propietario de una empresa de pesca y enlatados, su madre construía casas y se ocupaba de la familia.

Cuando terminó “High School” estudió secretariado, luego fue transferida a Toronto por la sucursal canadienses de Kellogs. Se casó con Sam McCallion y tuvo tres hijos, Peter, Paul y Linda. Tiene una nieta, Erika. Antes de ser alcalde los McCallion fundaron un periódico. En 1997 quedó viuda.

Personalmente se ocupa de todas las tareas en su casa, hace la limpieza, las compras y hasta regaña a uno de sus hijos que a pesar de ser de mediana edad aún sale de las habitaciones y deja la luz encendida.

No todos los días se encuentra un alcalde que además de ser mujer tiene 89 años, añádale que ha conservado su puesto por 32 años y que como solía jugar “Hockey” en Montreal en la década del 30 todavía carga en el maletero de su carro ¡un par de patines! Por si acaso un jueguito se presenta.