“Lost and found” en inglés Americano o “Lost Property” en inglés británico es el término que identifica a los lugares donde es posible recuperar artículos perdidos encontrados por otros visitantes a sitios públicos. El primer “Lost and Found” fue organizado en Paris en 1805 bajo ordenes de Napoleón para que la policía recolectara todos los objetos encontrados en las calles de Paris. La oficina de transportes de Londres maneja más de 130 mil artículos al año incluyendo 24 mil carteras de mujer, 10 mil teléfonos celulares y algunos muy singulares como un vestido de bodas, una urna con cenizas de un difunto y hasta sillas de ruedas.
El metro de Toronto, el metro de Calgary, los museos, los teatros, escuelas, piscinas e incontables lugares tienen su pequeño local, o zona con cajas, donde las cosas extraviadas encontradas por otros son dejadas. Algunas oficinas más ordenadas tratan de contactar a los dueños si tienen pistas que faciliten encontrarlos. Cada cierto tiempo, cuando la zona de almacenamiento está llena públicamente se subastan los artículos “Lost and Found” más viejos, los que no se venden se donan a lugares de ayuda a los pobres o sencillamente se echan a la basura.
Con solo ir al sitio y decir "eso es mío" la persona a cargo del departamento te la entrega. Cuando se trata de teléfonos celulares, cámaras fotográficas o computadoras portátiles - ¡si, hay gente que deja computadoras portátiles olvidadas en el metro!- te piden que muestres tu licencia de conducción y anotan tus datos. La mayoría de los sitios “Lost and Found” son una etiqueta y un par de cajas. Revisas lo que hay y si es tuyo lo recoges y listo. Yo he recuperado abrigos, chaquetas, gorros, guantes y un sinfín de cosas que mis hijos dejan olvidadas donde quiera que vamos. Un par de veces he llamado especificando el día, hora y la ruta de guagua en la que posiblemente perdí un libro y me confirmaron que sí, que el chofer lo había encontrado olvidado en mi asiento; fui al sitio “Lost & Found” de Mississauga Transit y ¡de vuelta el libro a mis manos!
Hace un año el canal de TV local de Calgary al amanecer, en una zona muy concurrida del Centro de la ciudad dejó en la acera una cartera de mujer que contenía unos trescientos dólares. Todas las personas que pasaron cerca de la cartera la levantaban del piso y la ponían en el rellano de una ventana para que pudiera ser vista por el dueño si volvía sobre sus pasos para recogerla. Los del canal de TV volvían a dejarla en el suelo y así sucesivamente hasta que contaron más de 50 personas que estuvieron en contacto con la cartera de mujer.
Solo tres transeúntes miraron el contenido del bolso, desde luego, no tocaron un centavo de lo que no era de ellos. Nótese que a esa hora de la mañana por esa zona circulaban personas que trabajan en oficinas y obreros de la construcción de los nuevos edificios que se construyen en el Downtown y a ninguno se le ocurrió quedarse con la cartera o su contenido y quiero que conste, para ganarse trescientos dólares esas personas han de trabajar tres o cuatro días, no vayan a pensar que eso se gana en una hora de trabajo.
Es todo un culto al respeto a la propiedad y a lo ajeno. Es un bien común intangible que marca diferencias entre la sociedad de un país desarrollado y de otro que no lo es. En la era de las bicicletas en Cuba me robaron tres – magistralmente - di media vuelta en un descuido, las dejé un momento sin supervisión y ocurrió la magia, desaparecieron sin que vecino, amigo o conocido se percatara. Hoy me siento afortunado, en Latinoamérica te matan para bajarte del carro en un semáforo, te apuñalean para quitarte lo que tienes y si te asaltan y no tienes, te apuñalean porque los desilusionaste. El secuestro, en todas sus modalidades fustiga a todos los países sin excepción.
Un estudio reciente del Banco Mundial plantea que la riqueza de una nación se compone de tres elementos clave:
1. Capital natural que incluye los bosques, reservas minerales, el manto acuífero, las tierras fértiles etc.
2. Capital producido que incluye las fábricas, infraestructura industrial y urbana, servicios, máquinas, etc.
3.Capital intangible que se refiere a la educación de las personas, calidad de las instituciones, Estado de Derecho, transparencia, estabilidad, creencias y actitudes entre otras muchas inherentes al ser humano.
Sin lugar a dudas el más importante de todos es el capital intangible; yo soy un vivo ejemplo del valor de ese elemento. Cuando emigré en 1995 quedaron atrás todas las reservas y bellezas naturales de mi Cuba, su infraestructura de carreteras, hospitales, fábricas e ingenios azucareros, solo vinieron conmigo mis valores, principios, educación y deseos de progresar, a lo largo de más de doce años he generado riqueza suficiente para mantenerme, vivir y crecer.
Adam Smith escribió que “el hombre se ve impulsado a refugiarse en la sociedad, no por ningún amor natural hacia sus semejantes, sino porque, faltándole la colaboración de los otros, es incapaz de subsistir holgadamente y al abrigo de todo peligro”. El rol del capital intangible es vital.
El panorama latinoamericano es muy triste. Exceptuando Chile y unas pocas ciudades de los países de Suramérica las sociedades inestables y peligrosas estimulan el abandono de sus mejores hijos hacia sociedades más seguras de Norteamérica y Europa. La pobreza no disminuye a pesar de los avances médicos, tecnológicos y en otras áreas.
Los gobiernos corruptos contribuyen a disminuir el capital intangible con cada medida incompetente que toman. Un buen ejemplo es la nacionalización de muy eficientes empresas privadas de servicios básicos como teléfonos y electricidad para convertirlas en monstruos llenos de burocracia estatal, enseguida me viene a la mente Electricidad de Caracas, empresa donde implementé SAP.
¡Espero con ansias el día en que se abra el primer Lost & Found de Juanelo y un apagón de 20 segundos sea noticia en los periódicos como sucede en Canadá!
martes, 13 de noviembre de 2007
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