Conozco a unos pocos cubanos que aparentemente creen que los regimenes como el de Chávez, Ortega y Fidel son lo mejor que puede sucederle a un país. Viajan a Venezuela en “misiones” en los momentos más críticos del Chavismo para “afianzar” y “preservar" las "conquistas" del gobierno de Chávez.
Ellos son los que alaban a esos rusos que han regresado con sus barcos enormes, bolos y feos. No son otra cosa sino una imitación burda de las armas de otras potencias más creativas, elegantes y sofisticadas. Para vergüenza mía son bien recibidos por Raúl, por Chávez y esos cubanos que conozco quienes participan en las “comitivas” de apoyo, solidaridad, recibimiento, intercambios y demás “actividades afines”.
¿Qué tienen los pobres en la cabeza? ¿Hasta cuando creen que podrá perpetuarse el régimen de los Castro, Chávez y demás ladrones de turno? ¿Es que tienen pasaportes de todos esos países e irán a refugiarse a ellos cuando llegue la tan esperada hora de los mameyes?
A veces creo que mi cerebro funciona mal cuando pienso que ellos malgastan su vida abrazados a una causa perdida - quizás hacen bien - no pueden hacer algo mejor. Ciertas aves se acostumbran a vivir en cautiverio y vuelven por si solas a las jaulas aunque puertas y ventanas estén abiertas… ¡Gracias a Dios no soy uno de esos!
A quienes extrañan mis “muelas” les agradezco los correos pidiéndome que escriba. La cotidianidad no me deja un minuto libre para reflexionar y escribir. He de trabajar mucho en este capitalismo salvaje, tengo una conexión Internet de alta velocidad y cuatro computadoras en la casa que harían feliz a mis amigos de Juanelo que no trabajan, pero yo, no tengo tiempo de disfrutarlas.
Me alegran los triunfos del blog de Yoani, la felicito de todo corazón, no todos en este mundo son estúpidos como esos cubanos que conozco y hace tiempos que no veo o… ¿Quizás no los conozco y por eso no los entiendo?
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