sábado, 29 de noviembre de 2008

Carta abierta a mi amigo David

David:

Por acá no mucho frío, todos bien y listos para la Navidad. En el nuevo trabajo estoy súper complicado, no paro de lunes a viernes y lo peor, no puedo conectarme a Internet para barquear y escribirle a los socios porque tienen cerrado todos esos correos. Si pudiera conectarme el tiempo tampoco me sobra, mucho trabajo.

Es lo de siempre, eso es lo malo de este capitalismo feroz. Hay muchas cosas buenas para comer, muchos lugares donde ir, entretenimiento y juegos a más no poder pero siempre te falta dinero y tiempo, las dos cosas.

Creo que es buena idea que nosotros sigamos trabajando mucho para que este siga siendo el primer mundo. Sin nosotros poder mandarles donaciones a ustedes cuando los desastres naturales los castiguen ¿Quién los ayudará a recuperarse?

¿Y quién ayudará al gobierno de ustedes que unido en fuerza bolivariana con Venezuela, Nicaragua y Bolivia construye el socialismo del siglo XXI? Aquí no prestan atención a empeños tan noble como ese, a nadie se le ocurre repartir la riqueza, en lo único que piensan es en crear más y más riqueza. Cada unos pocos meses salen computadoras más veloces y mejores, las mías que solo tienen unos meses de antigüedad ya están atrás.

En nuestra Cuba hace ya 50 años que la riqueza se repartió… y como debe ser nadie se preocupó por crear más, por eso hay que crearla por acá y yo tengo que trabajar tanto.

Emocionado miro el número y no lo creo, 50 aniversarios del glorioso triunfo ¿Quién lo creyera? Mi última celebración junto a ustedes fue el 35 aniversario. Desde esa vez el pueblo ha marchado y celebrado sin mi presencia, la población ha cambiado de dieta y ahora degusta platos que nunca tendré el privilegio de conocer, en eso tampoco se avanza en el primer mundo.

Aquí siguen con las papas fritas, los filetes de vaca y de puerco, las frutas, los jugos y demás dañinos componentes del menú que apenas incluyen la soya. Y cuando “enriquecen” algo le añaden vitaminas A y D, nada de soya.

Cuando veo la abundancia de tiempo del que dispone mucha gente que se ve caminando por las calles en horario de trabajo no puedo menos que sentir envidia, a eso de las nueve y media de la mañana todos los sitios están vacíos porque la gente está trabajando y no puedo socializar, conversar, arreglar el mundo, disertar sobre “casualidad y necesidad” ni criticar lo malo que pasa en otras partes del mundo como pueden hacer ustedes. Es muy aburrido, y peor, jamás convoca el gobierno para una marcha abogando por la liberación de los 5 porque entonces los dueños de las empresas no quieren pagarles a los trabajadores… ¡los muy abusadores!

¡Estoy verde de la envidia! Porque además de las riquezas que tienes y de esa sociedad superior cuna del hombre nuevo para colmo de dicha tienes mar, arena y sol todo el año y aquí ¡Recién está comenzando el invierno!


Juanca

2 comentarios:

Yo soy Medea dijo...

Hola, espero que te acuerdes de mi, trabajamos juntos en el CEE, y mucho que me ayudaste cuando cambie de trabajo y fuiste varias veces a instalar cosas a mi nuevo lugar. No te doy mi nombre, pero quizas si vas a mi blog me reconozcas por la foto. Un abrazo, Olga

Anónimo dijo...

Querido Mariño,

Te escribo desde España, donde el capitalismo feroz también nos explota, a cambio de unos sueldos que resultarían obscenamente altos en Cuba.

No hay que caer en la trampa de más sueldo con más trabajo. Llegado un punto conviene trabajar menos y disfrutar más con la familia.

Gabriel