viernes, 7 de noviembre de 2008

Maestro, miembro, discípulo

Maestro: Persona que enseña un arte, una ciencia, o un oficio, especialmente la que imparte el primer ciclo de enseñanza, o tiene título para hacerlo: maestro de escuela, de música.

Miembro: Individuo que forma parte de un conjunto o comunidad.

Discípulo: Persona que sigue la opinión de una escuela o maestro, aun cuando viva en tiempos muy posteriores a ellos.

El Maestro: Fidel.

Supo enseñar a muchos cubanos el arte perfecto para someter reprimir, sojuzgar, vejar y humillar a otros cubanos como ellos. Solo bastaba pensar diferente o amar la libertad.

Miembro: Osvaldo Rodríguez.

Sus canciones adulando a Fidel y la Revolución ilustran la diferencia entre miembro y discípulo. Ahora es un “guajiro cepillao” y miembro de la mafia de Miami. Antes cantaba las canciones más fea y repulsivas que he escuchado jamás adulando al dictador.

Discípulo.

Una amiga a quién quiero mucho y que creía a ciegas en todas las orientaciones del comandante, convencida, militante. Despertose un día. No siguió más los pasos del maestro indigno.

Debió sentir lo mismo que las adolescentes que escaparon de los mormones en el oeste de Estados Unidos.

Abrió los ojos a la luz pero teme.

En su viudez está preocupada.

No puede darse el lujo de arriesgarse y abandonar a su suerte el hijo único del amor que se fue para siempre. Amorosamente trabaja, se sacrifica y prolonga su vida para cuidar de su muchacho. Quiere guiarlo en los tiempos malos que sabe vendrán tarde o temprano. Su inteligencia la salvó y su cubanísimo coraje le da fuerzas.

Cuando el maestro cierre los ojos en su último espasmo estomacal el miembro cantará sus canciones en la Plaza mientras mi amiga discípulo criticará y hablará sin temor. Ha sido un silencio muy prolongado.

¿Y tú qué eres? ¿Miembro? ¿Discípulo? ¿Maestro?... ¿Maestro? Estarás verde leyendo este post. O estará verde uno de tus discípulos o disfrutará un "miembro de guardia" en la guerra cibernética.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Mariño,

¿Por qué hace falta que muera Fidel para que cambien las cosas?

La situación política en Cuba cambiará cuando un número suficientemente grande de cubanos dentro de Cuba se levanten, den la cara, y exijan los cambios; ni un minuto antes, por mucho que muera Fidel.

Gabriel

Anónimo dijo...

Lo que tiene que morir, y es lo que no dejan, es "la imagen fidel"....la imagen de que "esto Fidel no lo sabe".."si Fidel se entera"..la gente en Cuba sigue necesitando a Fidel, pues el se ha encargado minuciosamente, celosa e hijoputicamente de ello....TODA supervivencia FUERA de "su" circulo/prebendas es ilegal/arriesgada. Ha sido el HP mas grande dela Historia Cubana, condenando no solo al destierro y a la muerte sino a la desesperanza a avarias generaciones..Cuantos de nosotros, ahora libres de el, no añoramos ir a llorar a nuestros muertos, visitar nuestros parques?
Desgracia de plaga.....

NG la Banda dijo...

Como bien expresa el anónimo, la infinitamente distorsionada imagen de Robin Hood tropical debe fallecer primero para comenzar a liberarnos. …aunque si nos guiamos por el refranero popular cubano estamos jodidos pues es de todos conocido que…BICHO MALO, NUNCA MUERE! Aunque para compensar también tenemos que NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS…y yo añado: Cien no coño, pero cincuenta si! Un saludo NG