Los Castro a La Haya para el 2010

Muy pocos de ustedes podrá reconocer a simple vista este lugar. Es la corte internacional de Justicia, principal órgano de Justicia de Organización de las Naciones Unidas.

Su sede es el “Palacio de Paz” en La Haya (Países Bajos). Comenzó a funcionar en 1946 y se rige por un Estatuto que es parte integrante de la Carta de Naciones Unidas. Su misión tiene dos roles fundamentales, mediar en controversias entre países y la emisión de dictámenes sobre cuestiones jurídicas que le sometan los órganos u organismos de Naciones Unidas que hayan sido autorizados al respecto.

Esta compuesta por quince magistrados elegidos por un periodo de nueve años por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, votando por separado el uno del otro. La Corte no puede incluir más de un nacional de un mismo Estado. La Corte procede cada tres años a la renovación de una tercera parte de sus magistrados, siendo posible su reelección. Los magistrados no representan a sus respectivos Gobiernos, sino que son magistrados independientes.

Un buen ejemplo de cómo funciona la corte lo constituye el caso de Slobodan Milošević quién en 1999 fue juzgado por crímenes contra la humanidad. Estuvo preso en las cárceles de la corte hasta el año 2006 en que murió de un ataque al corazón.

Yo espero que este Primero de Enero del 2009 los Castro y sus secuaces celebren sus 50 años en el poder con la alegría y fervor revolucionario que los caracteriza. Seguramente los veré celebrar “jubilosos”, “triunfantes” y “victoriosos”.

Si ellos celebran el pueblo de Cuba sufre. Para mi Cuba tengo otro deseo. Quiero de todo corazón que el Primero de Enero del 2010 el nuevo gobierno de nuestra patria haya enviado a La Haya a esos mismos que celebrarán este año.

No quiero verlos “arrastrados” por las calles de mi Cuba, espero de todo corazón que paguen por los crímenes que han cometido y que se haga justicia por las familias cubanas que enlutaron y que todo el mundo sepa lo que hicieron y aún hacen.

Espero que en el público de estos palcos estén sentados los familiares de tantos fusilados, asesinados, desaparecidos y sobre todo, los familiares de los Balseros que nunca llegaron.